Ayer a la noche, hablando con un amigo (que dejaré su blog en la bibliografía al final) me había mostrado un videojuego muy particular. Cuando digo que es particular, significa que es un videojuego que trata el famoso ensayo “Una habitación propia” escrito por Virginia Woolf (1882-1941). Que interesante nuestra premisa: un videojuego cuya temática es el feminismo en base a un ensayo de hace casi ya cien años; un videojuego feminista no es nada nuevo (en cuanto a inclusión de mujeres en el mundo de los videojuegos, heroínas que se han ganado nuestros corazones e incluso ya muchas historias rondan en torno a ellas más allá de las críticas que se han realizado a lo largo de muchos años en base al sexismo y la sexualización de nuestros cuerpos como personajes virtuales en otras entregas).

El videojuego “Behind every great one” es algo que se puede jugar y finalizar en media hora ya que es cortito pero muy complejo: hay que prestar atención a las conversaciones entre nuestros personajes porque serán cruciales para el desarrollo de éste. Es de carácter minimalista (más dialogo que otra cosa) pero hay que prestar atención a las reacciones, emociones, formas de ser y como interactúan los personajes con nuestra protagonista que usaremos en el juego: Victorine.

 

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Escena del videojuego: Victorine (cocinando) y Samantha su suegra (la del vestido azul)

El videojuego:

Victorine es la protagonista femenina ama de casa, casada con un artista llamado Gabriel, cuyos padres son Juan y Samantha. A lo largo de la historia conoceremos a Priscila y Henri, madre e hijo que son parientes de Victorine. Durante el desarrollo del videojuego veremos que puede realizar distintas tareas domésticas (limpiar el baño, planchar la ropa, cocinar, limpiar el piso y regar las plantas) a la vez que puede realizar cuatro actividades de entretenimiento (fumar un cigarrillo en la terraza, ver la televisión, leer y usar la computadora). Si bien podemos interactuar diversas actividades que en realidad son básicas, lo cierto es que lo importante son, como dije yo, los diálogos en la historia: cada conversación entre los protagonistas es un reflejo de lo que sucede a la mujer; un marido profesional y famoso por su arte, una suegra machista que anhela la tradicionalidad de la familia (desear tener nietos, criticar lo que hace su nuera, mimar al hijo mientras le recrimina cosas porque su hijo es “superior” a ella, criticar que no hace nada porque no trabaja sabiendo que ya ocuparse de la casa es un trabajo que encima no se paga) y a la vez está el suegro comprensivo que intenta que la esposa no se le pase la mano con su lengua de víbora. Luego está la hermana de Victorine cuya presencia no es más que la representación de la holgazanería y la crianza de un hijo casi machista.

¿Qué nos ofrece el juego en base a los primeros minutos de videojuego?: Gabriel, siendo el marido artista, muestra un amor incondicional a su muje: es la musa e inspiración de su arte para que tenga tanto éxito. Y como siempre decía en otros posteos de mi blog, vivimos en un mundo muy masculinizado: los hombres artistas los conocemos todos, pero no hay mujeres que conozcamos aún dejando una huella de pintura en la historia. No conocemos a ninguna y son lo otro, lo ajeno, el segundo sexo como diría Simone de Beauvoir1. Por algo el videojuego se llama así: detrás de cada hombre hay una mujer que le ha servido de inspiración para lograr lo que hace, pero que nunca es reconocida si ella es escritora, pintora, dibujante, escultora o lo que sea. Nos minimizan a tal punto de que cuando morimos es como si nunca hubiéramos existido. Victorine es eso, no artista, pero si inspiración de estos: Sin necesidad de trabajar (fuera de casa) el título nos muestra unos días en la vida de esa mujer invisible. La que nadie mira. La que nadie quiere ver.

Podemos observar que Victorine y Gabriel son de clase alta, privilegiada en otro sentido: Victorine “no necesita” trabajar fuera de la casa porque están bien posicionados (cosa que no es así, porque como dije antes, una mujer ama de casa trabaja, pero aquello que es amor es en realidad trabajo no pago que descansa las ganancias del capitalista). Y más allá de que ella viva económicamente privilegiada, tenga una casa soñada y no tenga que ser explotada para sobrevivir, lo cierto es que no vive una relación ideal con su marido. Detrás de cada pregunta de Gabriel sobre si quiere su esposa tener sexo, podemos decidir si queremos o no. Decidir para nosotras es difícil, porque si decimos que “no” como respuesta somos sometidas a decir “si” y creo que no hace falta explayarme tanto para explicar lo que es el sometimiento a tener relaciones sexuales aun diciendo que no queremos.

Y que cosa curiosa cuando recalco que los quehaceres domésticos no son pagos…no son reconocidos tampoco. Victorine está sola en su casa todo el día planchando, cocinando, lavando el piso y la ropa todo para que sus otros familiares le recriminen lo que hace. No valoran el esfuerzo de ella como ama de casa y tampoco la felicitan: cada momento de soledad, frivolidad, silencio y aburrimiento monótono hacen que ella por días llore y entre en ataques de pánico: no puede contar lo que le pasa, no puede decírselo a nadie y tampoco puede sentir que sirve para algo (se considera ella misma incapaz de lograr una meta o un objetivo. Es todo lo contrario a su esposo). Esa soledad y su vida sola se nos muestra cuando su marido está horas y horas en el cuarto de estudio de sus pinturas, trabajando a solas exigiéndole a su esposa que no ingrese bajo ningún pretexto a la habitación: “Don’t enter. Leave me alone, you’ll spoil my focus” (“No entres, déjame solo. Arruinarás mi enfoque”). Ese sentimiento de amor se desvanece cuando dejamos de ser las musas amorosas en la cama que le “hacemos el amor” a nuestros esposos mientras ellos trabajan en lo suyo. Y seamos honestos, la vida de Victorine es considerada los ojos del otro una mediocridad: ser ama de casa es la mediocridad absoluta comparada a la vida de Gabriel que es una promesa en el mundo del arte, que trae éxito y dinero a la casa. Además, el siempre recrimina la falta de limpieza en la casa (como si la limpieza fuera solamente propia de la mujer…el no se encarga de nada). Notamos que detrás de la vida de Victorine se esconde un ser que vive en un entorno de machismo que se relaciona con el hogar, la familia, el dinero y los roles de género. Victorine al ser recriminada por su trabajo de todos modos será el apoyo emocional de su marido para que salga adelante con su arte.

Mafalda mediocridad
una representación de «mediocridad» expresada en una tira cómica de Mafalda («Mafalda inédita»-publicada el 5 de Enero de 1965).

¿Qué relación hay con el ensayo de Virginia Woolf?”: A Victorine le falta “una habitación propia”, tal como tiene Gabriel para realizar sus cuadros. Ella no tiene su espacio realmente en la casa más allá de que fume su cigarrillo en la terraza, riegue las plantas o use su propia computadora. A medida que los otros personajes van apareciendo, podemos ver como las actividades de Victorine se vuelven más limitadas, imposibles de hacer: unos suegros que viven en nuestra casa unos días y hacen actividades que le quitan espacio a la chica y lo mismo sucede con Priscila, que le prohíbe el ingreso a una de las habitaciones a su propia hermana en la casa. Todas las limitaciones conducen a Victorine a un estado de desesperación, de pánico y llanto ¿por qué? Además de la falta de espacio, no es libre como mujer.

Virginia Woolf cuando escribe su ensayo (lo cual es una maravilla que recomiendo leer), nos habla de que las mujeres necesitan una sola cosa para escribir una buena novela, y es una habitación propia, y esa habitación propia es independencia económica y personal: Victorine no tiene independencia económica y personal; primero porque depende de los ingresos del marido para vivir y no posee su propio espacio para realizar algún “hobby” que la permita realizarse como persona.

<< ¿Qué más os puedo decir que os incite a entregaros a la labor de vivir? Muchachas, podría deciros, y os ruego prestéis atención porque empieza la peroración, sois, en mi opinión, vergonzosamente ignorantes. Nunca habéis hecho ningún descubrimiento de importancia. Nunca habéis sacudido un imperio ni conducido un ejército a la batalla. Las obras de Shakespeare no las habéis escrito vosotras ni nunca habéis iniciado una raza de salvajes a las bendiciones de la civilización. ¿Qué excusa tenéis? Lo arregláis todo señalando las calles, las plazas y los bosques del globo donde pululan habitantes negros, blancos y color café, todos muy ocupados en traficar, negociar y amar, y diciendo que habéis tenido otro trabajo que hacer. Sin vosotras, decís, nadie hubiera navegado por estos mares y estas tierras fértiles serían un desierto.2>>

No me sorprendería que Victorine llora por su soledad, por su fracaso como mujer en sociedad…llora porque nadie valora su trabajo y no posee alguna cualidad que le permita olvidarse de lo que realiza trabajando en la casa. Pero lo más triste es que Victorine, en cuanto a amor y elección, no es libre. Como mujer no es libre porque no tiene libertad para elegir que ser y que hacer por las imposiciones y roles de géneros asignados en una determinada sociedad. Sus suegros no refuerzan la personalidad de Victorine, si no que la empeoran: Samantha es la suegra víbora indeseable que maltrata a su nuera pero que mima a su hijo otorgándole lo mejor y destacando lo bueno de él, poniendo en posición de mediocridad lo que realiza Victorine en su casa dando lo mejor a ella y a Juan, su suegro. Infantilizan la figura masculina de su hijo mientras que refuerzan el lado negativo de la nuera, dejándola en la posición de mediocre y fracasada…a la par de que le recriminan porque se niega a tener hijos en comparación a Priscila, su hermana que es soltera y tiene un hijo. Victorine es cuestionada en cuanto a decisiones, deseos y todo aquello que se le pasa por la mente incluso disfrutando de sus privilegios. Detrás de la figura de Gabriel, el hijo mimado de Samantha, es el hijo exitoso pero sobre protegido por una madre que más que educar a un niño para ser el rey león, es un gatito indefenso y sobre cuidado de una familia cuyo padre intenta corregir a su suegra por ser maleducada muchas veces contra Victorine; Gabriel por cada mala conversación con sus padres cenando intenta pedirle disculpas a su esposa, convenciéndola de que todo va a cambiar…pero es un proceso que nunca termina. Realmente un hijo mimado y sobre protegido que vive del otro: Victorine hace todo por él mientras mira la televisión con la pierna enyesada mientras no trabaja. Los suegros ocupan habitaciones de la casa, por lo que Victorine se siente invadida por todos a medida que avanza el juego; su llanto se hace mas fuerte, triste y doloroso que nos demuestra como le falta su espacio para hacer algo que le permita ser alguien.

Priscila y Henri llegan a la casa y ocupan la habitación de la computadora. A partir de ahí, Victorine no puede entrar a la habitación porque la hermana no se lo permite. Más allá del hospedaje provisorio que le otorga la hermana, se aprovecha de su casa, prohibiéndole el uso de su propia computadora. Victorine una vez más, siente que su casa se achica, que no posee los medios necesarios para salir adelante porque no los posee. Poseer dinero proveniente del arte del marido, vivir privilegiada en una casa de ensueños y no carecer de ciertas necesidades, no es ser libre. Victorine no es libre, porque no tiene personalidad ni sus propios ingresos: no trabaja, porque Gabriel considera que el trabajo para ella no es necesario sabiendo que “viven privilegiadamente”; que nos impidan trabajar significa no ser independientes. Sin duda alguna, “Behind every great one” es la representación de como la mujer no tiene habitación propia para ser libre.

Virginia Woolf escribe “Una habitación propia” para dar a entender que las mujeres necesitan independencia económica y personalidad para escribir (en su época, no estaba bien visto que las mujeres escriban o se dediquen al trabajo); esas dos cosas esenciales simbolizan la habitación de la que tanto Virginia Woolf habla. Siendo las mujeres aquellas que se encargaban del hogar y la crianza de los hijos, Victorine es el reflejo del cuidado de la casa pero no de los hijos…y de todos modos es un arquetipo que mantiene ocultos sus deseos, esperando el momento propicio para demostrarlo. A las mujeres les falta esa habitación no solo para dedicarse a escribir, si no en cualquier área que deseen aplicar todos sus conocimientos y aprender más.

 

Sobre Virginia Woolf y el ensayo “Una habitación propia”:

Su ensayo explica dos temas apasionantes para ella: la literatura y las mujeres. En su obra, publicada en 1921, nos intenta explicar como las mujeres fueron siempre seres cuya sola función era tener hijos y ocuparse de la casa; a ellas no les incumbían las actividades y roles que cumplían los hombres…si lo hacían, eran excluidas de la sociedad. La clara metáfora del ensayo nos muestra como la mujer siempre puesta en el papel inferior y mediocre, agranda más al hombre haciendo que obtenga un status de superioridad que le permite acceder a mas cosas que las mujeres no tenían permitido. Se considera al hombre inteligente, fuerte, superior en todo sentido, opacando la capacidad intelectual de las mujeres quedando en segundo plano invisibilizadas más allá de su esfuerzo hecho. Para Virginia Woolf, aun dedicándose a la Literatura, lo cierto es que predominaba el poder del hombre y estaba masculinizada. Los hombres dominaban, impidiendo a las mujeres ser parte de la Literatura.

 

Invito a todos a jugar este videojuego y como no, a leer el ensayo de Virginia Woolf que se puede encontrar en internet. Agradezco a mi amigo la posibilidad de hacerme conocer “Behind every great one”; invito a pasar a leer su blog:

 

Referencias:

  1. “El segundo sexo” de Simone de Beauvoir es uno de los libros más importantes de feminismo y el más leído de todos: Nos intenta explicar las causas sobre porque la mujer es considerada lo otro, lo ajeno, aquello invisibilizado y no pertenece a lo “universal”, el centro del mundo. Nos habla de como las mujeres han sido seres oprimidos a lo largo de la historia desde análisis históricos, antropológicos, sociológico, cultural y ontológico. No se nace mujer, una llega a serlo y que el género es una construcción cultural sobre nuestros sexos.
  2. Woolf Virginia- “Una habitación propia” (1921)

 

Blog de mi amigo:

https://thoughtsfromwinter.wordpress.com/

Ensayo “Una habitación propia”:

http://biblio3.url.edu.gt/Libros/wilde/habitacion.pdf